Desde que comenzamos a trabajar desde el año 1962, nuestro objetivo siempre fue ofrecer muebles duraderos. Es por eso que nos enfocamos a emplear maderas macizas, a lo largo del tiempo utilizamos materiales como el roble y el paraíso, y actualmente la cerejeira. Todas son categorizadas como maderas macizas.
Trabajamos siempre con los mismos grosores, pulgadas y encastres para mantener la calidad. Logrando que desde las cunas pasando por las camas del tipo superpuestas, nidos, rinconeras y demás resistan más de 150 kg.
El elástico de las camas, que es donde apoya el colchón, se compone de 2 largueros, más una cantidad de varillas dependiendo del tipo de cama y 4 travesaños.
Los largueros, son de un grosor de 3.5 (una pulgada y media) y se les trabaja una hendidura donde encastran los travesaños. Los mismos son en madera maciza y no enchapados o de melamina como se usa mucho actualmente, de echo, muchas camas vienen pintadas en blanco ya que ese tipo de maderas más endebles son muy fáciles de pintar y ocultan el tipo de madera que se está empleando.
Los travesaños, son de grosores de 1 pulgada y media y en camas matrimoniales más gruesos. Los mismos se encastran en los largueros donde se encolan y clavan.
Sobre los travesaños, van las varillas, estas van encoladas y clavadas. Es preferible usar este tipo de madera a melaminas con agujeros, ya que este último método tiende a mojarse con la misma transpiración o humedad que se genera el hogar, en especial debajo de una cama y con el tiempo, además de dañarse el colchón, la misma cama presentara fallas.
Todos los elásticos de las camas son iguales, asì inclusive las cunas, carro camas y llegando a las camas del tipo superpuestas resistente el mismo peso y pueden ser usadas por cualquier persona independientemente de su peso. En algunos casos, cuando las camas son matrimoniales o de plaza y media, se les agrega unas patas extras debajo de los largueros.
Los cabezales de las camas, constan de dos patas, más los tableros enchapados dependiendo el tipo de cama junto a un cabezal. Aquí se emplean encastres, encolados y clavados al igual que en el elástico. Los mismos, pueden ser de diferentes formas, con un estilo curvo, recto redondeado o recto en punta.
Con todo este trabajo en la madera maciza, obtenemos una cama super resistente qué va a durar muchísimos años (de hecho, yo tengo la misma cama hace más de 30 años), a diferencia de otras de menor desempeño como las que actualmente se ofrecen qué son el 90% del mercado, fabricadas con maderas más endebles como el pino o melaminas, grosores inferiores y armados que requieren de menos trabajo.
En cuanto a la terminación, el trabajo que empleamos a la madera no es nada fácil, ya que desde que llega el tablón, hay que decidir antes de cortarlo como lo vamos hacer y qué partes vamos a usar del mismo para las diferentes piezas de las camas. Ya que siempre intentamos qué las partes qué estén más a la vista, sean las que menos detalles de la madera presenten. Por obvios motivos, al ser las camas en madera maciza, siempre la cama presentara algún pequeño detalle, donde nosotros lo trabajamos para minimizar lo máximo posible. No es lo mismo fabricar una cama con los materiales que usamos para que quede resistente a qué utilizar materiales más endebles pero al mismo tiempo más lisos como las melaminas.
Normalmente, la mayoría de las camas qué vendemos, las piden en colores madera, pero también se puede hacer en blanco, te invito a leer el siguiente blog donde habla sobre los colores qué ofrecemos: